Los tres hijos de Michael Jackson, Paris Michael Katherine, Prince Michael Jackson II
Los rostros de los tres hijos de Michael Jackson, vistos en pocas ocasiones y que normalmente solían aparecer con máscaras, salieron a la luz pública el martes en el multitudinario acto conmemorativo en Los Ángeles, en el que dieron una emotiva despedida a su padre.
Prince Michael, Paris y Prince Michael II acudieron al estadio Staples Center junto al resto de la familia del cantante, y se sentaron en primera fila frente al féretro dorado que contenía los restos de su padre, fallecido el 25 de junio de un paro cardíaco a los 50 años.
Antes de finalizar el evento de más de dos horas, seguido por millones de personas en el mundo por la televisión, los tres niños subieron junto a los hermanos de Michael Jackson al escenario, con un estadio que estaba casi a su máxima capacidad de 20.000 personas.
«Desde que nací, papi fue el mejor padre que se puedan imaginar y sólo quería decir que lo quiero mucho», dijo Paris, de 11 años, con la voz entrecortada, antes de romper en llanto y ser abrazada por su tía Janet Jackson.
Era la primera vez que hablaba en público y el estadio entero se emocionó.
A lo largo de la ceremonia, Paris lloró en varias ocasiones y fue consolada por su abuela, Katherine Jackson, o por alguno de sus tíos.
Paris estuvo sentada al lado de sus dos hermanos. El pequeño Prince Michael II, de 7 años de edad y larga cabellera negra, no paró de jugar con un muñeco que reproducía a su padre.
Por su parte, el hermano mayor, de 12 años, mostró el semblante más compuesto de los tres niños, que mientras vivieron con Michael Jackson fueron resguardados con celo por el cantante.
Rara vez se les veía en público y si salían con su padre, éste les hacía ponerse máscaras o velos en el rostro.
Los tres niños quedaron al cuidado de la abuela, que se sentó a su lado en el acto fúnebre. Del otro lado, se colocó el abuelo, Joe Jackson, que mantuvo una conflictiva relación con el icono pop.
El futuro de la custodia de los niños es incierto.
Jackson indicó en su testamento que los deja al cuidado de la abuela, y en al caso de su desaparición, la tutela sería para su amiga, la legendaria cantante Diana Ross. Cabe sin embargo la posibilidad de que la madre de los dos mayores, Debbie Rowe, trate de obtener su custodia.
«Yo quiero a mis hijos», dijo la semana pasada Rowe, quien al divorciarse de Jackson en 1999 tras tres años de matrimonio cedió todos los derechos parentales al cantante, aunque en un juicio en 2006 recuperó algunos de ellos.
Abogados de derecho de familia afirman que Rowe podría tener una buena posibilidad de recibir la tutela, ya que es la madre biológica, pero otros advierten que el juez que tome la decisión deberá tomar en cuenta la relación entre la progenitora y los niños, que fue casi nula en los últimos 10 años.
Además, el juez deberá decidir si separa a los dos hijos mayores del más pequeño, que fue gestado por una madre de identidad desconocida.