El hombre más rico del planeta tiene como secreto un austero estilo de vida
Especie de ‘Rey Midas’, el mexicano Carlos Slim, se fijó un salario mensual de 24.000 dólares y hace gala de un austero estilo de vida que se refleja su forma de vestir y en los automóviles tipo ‘suburban’ en los que viaja, según una biografía autorizada publicada esta semana.
«A diferencia de los aristócratas o de los hombres del jet set o de las monarquías, es una persona sumamente sencilla», señala a la AFP José Martínez, autor de ‘Carlos Slim, retrato inédito’, en el que intenta explicar cómo éste hijo de emigrantes libaneses logró a sus 70 años desbancar a Bill Gates en la lista Forbes en el primer lugar de las personas más ricas del mundo.
Slim, resume Martínez, es un empresario «nacionalista», que tiene como una de sus máximas «nunca hacer negocios con políticos» y un estilo de vida que nunca traiciona: «es alérgico a la publicidad y lleva una vida frugal que raya más en la modestia que en la sobriedad».
Quinto de seis hermanos -tres hombres y tres mujeres-, Slim nació el 28 de enero de 1940 en la Ciudad de México, en una familia acomodada de comerciantes.
Su trayectoria empresarial, que inició a los 10 años, con la venta de dulces y refrescos a su familia, ha estado marcado por un estilo basado en hacer inversiones en negocios en crisis y reconvertirlos. En 1990, por ejemplo, compró al gobierno Teléfonos de México, con un valor entonces de 1.100 millones de dólares, que logró multiplicar hasta los 20.000 millones de dólares que vale actualmente.
A partir de allí, construyó un imperio en el sector de telecomunicaciones, cuya estrella es la compañía de telefonía América Móvil, que opera en 18 países, tiene 200 millones de clientes y representa el 31% de la fortuna de Slim, la cual, según Forbes, asciende a 53.000 millones de dólares. Si Slim ha logrado convertirse en el hombre más rico del mundo es gracias a «la expansión que hace en Latinoamérica con América Móvil», dice su biógrafo. Esa compañía ha realizado inversiones por más de 60.000 millones de dólares en América Latina en los últimos 10 años.
Siguió demostrando su pasión por los negocios en crisis el año pasado al anunciar la compra de un paquete de acciones del diario estadounidense The New York Times. Esa transacción lo convirtió en el segundo socio del consorcio mediático, sin embargo «no tiene derecho a voz ni voto, él lo hizo como una forma de apoyo para el periódico, que sigue en crisis, y su intención es revenderlas, pero hasta el momento el grupo no se ha recuperado de su crisis», añade el autor.
«Todo eso lo ha hecho un hombre que se ha fijado un saldo de 24.000 dólares al mes y que al mismo tiempo controla entre el 30 y 40% de la Bolsa Mexicana de Valores», dice el autor, que ha pasado incontables horas de la última década con Slim, quien hasta hace poco usaba un reloj de plástico.
En las instalaciones de las empresas de Slim, quien enviudó en 1999, «impera la austeridad. Los más altos y medianos ejecutivos comparten la misma secretaria, los asesores no existen».
Tampoco hay obras de arte, aunque una de sus hijas (de un total de cinco) maneja un museo que expone parte de la colección privada de la familia, la más grande de América Latina, que incluye 300 piezas del escultor francés Auguste Rodin.
«Arturo Elías Ayub, yerno de Carlos Slim, segundo en Telmex, despacha en una modesta oficina, donde el inmobiliario parece que ha estado ahí desde antes de la privatización de la telefónica», describe el libro.
«Diría que soy sobrio y mis hijos también. Por gusto, por convicción, no por disciplina», señala en el texto Slim, cuya fortuna, según dice el biógrafo a la AFP «debe ser mucho más de que mal calcula la revista Forbes
Fuentes: http://es.noticias.yahoo.com