Alicia Alonso, seis décadas son solo el principio de un camino
La Habana, 22 oct (PL) La directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, expresó hoy su entusiasmo por los 60 años de la compañía con una frase que es su credo de trabajo permanente: lejos de terminar, estamos empezando, dijo.
Aunque hay satisfacción por la obra amasada a lo largo de seis décadas de labor contínua y fecunda, su principal punto de mira es el futuro en el que siempre tiene puesta su fuerza interior, su voluntad y optimismo, sin desmayar un solo instante.
Están lejanos aquellos tiempos en que ella, Fernando y Alberto Alonso, empezaron a alimentar un sueño, nutrido de voluntad, terquedad y amor a la danza, con el que enfrentaron los tiempos difíciles del inicio, sin doblegarse ni hacer concesiones.
Un sueño calorizado y arropado con el triunfo de la Revolución de 1959.
Celebraremos el 28 de octubre, una fecha entrañable para nosotros y para toda la compañía, para todos los que nos han apoyado y contribuido a que el ballet se sostenga y sea un digno representante de nuestra cultura y nuestro gobierno, dijo en conferencia de prensa.
Festejaremos el triunfo de la cultura y de la belleza necesaria al ser humano, del hecho de estar vivos, como lo está nuestra isla, de seguir adelante, añadió, en nuestro derecho a existir.
Ese mismo día comenzará el XXI Festival Internacional de Ballet de La Habana, en el que participará la compañía en pleno, todo su elenco artístico bailando, y una hornada de jóvenes talentosos irrumpiendo en la escena.
Alonso desbordaba un entusiasmo que delata su permanente juventud de espíritu y la vitalidad de una vocación que ahora, cuando no baila físicamente, encuentra eco en cada bailarín que lo hace y en una labor coreográfica que sirve a su inagotable necesidad expresiva.
De ello dará muestras en este festival con su versión de La bella durmiente del bosque, montada inicialmente para la Ópera de París, sobre la original de Marius Petipa y música de Chaikovski.
También con una coreografía inspirada en la novela Amistad funesta, de José Martí, deseñada por el en su tiempo como una obra menor y de cuya resurrección se ha encargado el paso decantador del tiempo.
De igual modo se pondrá en escena una pieza más breve, A la caída de la tarde, con música del compositor dominicano José Dolores Cerón, estrenada recientemente en ese país caribeño.
Respondiendo a una pregunta, Alicia Alonso afirmó que desde el comienzo de su carrera su único objetivo era bailar y bailar bien por el puro disfrute de una vocación que la iluminaba como un fuego ardiente.
Nunca tuvo como divisa ser una estrella, y es la misma pasión que le ha inculcado a su compañía. Tal vez por eso, ésta brilla, a juicio de la crítica internacional, como un destello refulgente.